Es completamente habitual que, tras el golpe emocional que supone el fallecimiento de una persona cercana, la tristeza nos guíe por un camino que atraviese estas cuatro paradas.💔 El duelo, muchas veces, nos pone a prueba a base de enfrentarnos a sentimientos desconocidos.
✔️El impacto. Nos enteramos del fallecimiento de una persona cercana, pero no nos lo podemos creer: incredulidad y falta de asimilación. Los recuerdos de nuestro familiar o amistad con vida son tan recientes que recibir su fallecimiento como un golpe es lo más habitual.
✔️Negación. Nos puede invadir la rabia, sentimientos negativos, dolor. Es habitual en este trance que quien sufre el duelo busque responsables, incluso se culpe a sí mismo, por el fallecimiento de alguien a quien en vida tuvo tanto afecto.
✔️La desesperanza. La tristeza y la pena por haber perdido a esa persona, la dificultad de enfrentarnos a un mundo con semejante vacío. Durante esta etapa es frecuente caer en la negatividad, en un dolor profundo.
✔️Finalmente llega la aceptación. última fase del duelo, es la que transforma todas las anteriores emociones en la nostalgia. Mirar atrás y recordar a la persona que ya no está no con pena, sino con alegría. El dolor que provocó su pérdida ya no es lo principal, sino todos los buenos momentos vividos en su compañía.
Aunque el duelo cada persona afronta y siente de una manera distinta, estas cuatro etapas suelen ser un punto de encuentro común. Y, por supuesto, todas ellas son siempre más llevaderas en compañía y con ayuda experta. 🧠💙

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